Es una senda de peregrinación de origen medieval que te lleva desde diferentes puntos de Europa hasta la catedral de Santiago de Compostela, donde se cree que reposan los restos del apóstol Santiago el Mayor. Pocos años después, a finales del siglo IX, la noticia del hallazgo se extendería por toda Europa provocando numerosas peregrinaciones desde diferentes puntos de Europa. El auge de esta peregrinación se vería aumentado gracias a la orden dada por el rey de Asturias, Alfonso IIde construir una iglesia en el lugar donde se habían encontrado los restos del apóstol, lo que siglos después y tras muchos estilos arquitectónicos se convertiría en la actual catedral de Santiago de Compostela. Inmediatamente avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien sería el descubridor de los restos de Santiago el Mayor y de sus dos discípulos. Sea como fuere, este descubrimiento le vino muy bien al rey de Asturias en ese momento, Alfonso II, quien quería seguir gobernado en los terrenos gallegos. Para ello, manda construir una iglesia en el lugar donde se encontraron los restos del apóstol y crea un pueblo a su alrededor.
Abrigo en el sector hotelero, y especialmente en el Camino Francés durante los abarrotados meses de verano. Por ello, los alojamientos para dormir en el Camino de Santiago son diversos, y cubren todo tipo de necesidad. Para ser alojado tienes que demostrar que estas haciendo el Camino, mostrando la credencial en el momento del registro. Peregrinos en el Albergue parroquial de Foncebadón. No diré que son complimentary, porque en esos casos depende de ti, y de lo que puedas permitirte aportar. Puedes cocinar: La generalidad disponen de cocina y de todos los utensilios necesarios para preparar tu propia comida. Una gran ventaja para poder ahorrar dinero en el mismo lugar donde te va a admitir.
Diez consejos si vas a hacer sol el Camino de Santiago Diez consejos si vas a hacer sol el Camino de Santiago Consejos para actuar el Camino Comparte El Camino de Santiago es una de esas experiencias vitales que se pueden vivir de muchísimas maneras diferentes. Del mismo guisa, se puede recorrer a pie, en bici, a caballo o hasta en silla de ruedas. Pero existe una forma de hacer el Camino que atrae a muchos peregrinos al mismo tiempo que asusta a otros tantos: hacer el Camino de Santiago sol. Solo hace falta desearlo y decidir, enfrentarse a los primeros miedos y coger la mochila para partir guía a la tumba del Apóstol en la Catedral de Santiago. Y merece la pena. Hacer el Camino de Santiago en solitario posee, lógicamente, ciertas diferencias comparado con hacerlo en acompañamiento.
Y una reflexión final sobre por qué si renuncias a esa idea para no preocupar o disgustar a tus seres queridos, nadie gana. Es una experiencia maravillosa e inolvidable. La familia te dice que es una ebriedad, que es peligroso. Nadie con quien hablar, con quien reír o llorar si hace falta. Hay tantas cosas que te impiden hacerlo… Pero te equivocas. En todo. No hubo tampoco un solo momento en el que me sintiese amenazada, temerosa o insegura. Durante los 10 primeros días viajé acompañada por una amiga, de esas que puedes tener a tu lado 24 horas seguidas y echarla de menos al minuto siguiente de admirar cómo se marcha.
