Se admiten propuestas, mejoras, críticas y lo que se tercie, como si te da por compartir con todos nosotros una historia de esas de encuentro alocado en el vagón de un tren o similar. A nadie le amarga un dulce. Es sexo, no una relación. Los hombres lo suelen tener claro, pero a muchas mujeres la noche les confunde.
A la venta aquí. Si por el contrario, a quien quieres invitar es a una compañera con la que tienes buena relación, a la que conoces bien y de la que ya sabes cómo es su biografía en estos momentos, ya no necesitas consejos: bien sabes que llegados a ese punto, las relaciones surgen solas por parte de ambos, con miradas cargadas de complicidad, con confianza, alucine y respeto. Has de saber que la mayoría de violaciones perpetradas en nuestro país son por parte del entorno de la víctima, muchas veces por su pareja. Insistir e abundar hasta que te dicen que sí, no lleva a una relación venéreo consentida, sino a una violación. El consentimiento ha de ser claro y proactivo. Ya sea tu novia, tu rollete o tu esposa en las bodas de plata. Si no es SÍ, significa NO. Spoiler: no es así.
Una cosa es la respuesta de excitación y otra el deseo sexual. Los factores que pueden afectar al ambición sexual son muchos y variados, baza en hombres como en mujeres. Influyen tanto aspectos psicológicos -cansancio, estrés, bache, ansiedad, vergüenza, miedo al fracaso- como físicos -enfermedades, alteraciones neurológicas o problemas hormonales. En el caso de los hombres también hay muchos elementos que afectan negativamente al deseo sexual como el trabajoel estrés continuado, los problemas con la parejalos cambios hormonales que impliquen una disminución de testosterona o la ausencia de ejercicio físico.
