CET Llegar a los cincuenta supone para todas un cambio en la vida. Supone aceptar que tienes una edad, que tus intereses no son los mismos. La mayoría tienen ya los hijos criados y una mujer de 50 años tiene sus propias inquietudes. También las sexuales. Hay mucho sexo. No descarto incluso tener pareja. Ya la tuve, por mucho que él dijera que no, pero después de un año, para mí sí lo era. María José reconoce que se enamoró de esta persona y no descarta que pueda ocurrir de nuevo.
De verdad que sí. Tenemos riqueza sexual: creemos en el sexo con amor y sin amor, pero muy pasional. Perdemos la virginidad cómo nos apetece, pues no consideramos que esta nos pueda suponer un problema. Estimados adultos, tengo una noticia que daros.
Ha trabajado en el Servicio de Cariz de la Junta de Andalucía. Actualidad, entre conferencias y charlas, trabaja en distintos centros, como Mi Matrona, en Terapia sexual, Pareja y Unidad de suelo pélvico. Somos personas sexuadas, por tanto el sexo mueve nuestro globo, no podemos separarnos de él. Asexuada, lo dudo. Yo no salgo de mi casa y me quito el sexo y llego a mi apartamento y me lo pongo, va conmigo y forma parte de cómo miro, hablo, seduzco, pero no solo a mi pareja o con quien quiero ligar sino con mi amigo, ñaño o jefe.